Yo he fracasado muchas veces. Pero lo bueno de esta historia con final feliz es que de más del 50 % de las veces no era consciente, por lo que no me machacaba, no sufría en exceso, lo tomaba como parte de la vida o como parte de lo que no podía ser mi vida.
Hubo un tiempo, donde como adolescente y jovencísima adulta, “solo me importaba” encontrar el amor (¡Qué cosas!)
Y aunque ahora se que es una etapa complicada, donde no sabemos ver mucho más allá, donde creemos que lo sabemos todo y en realidad (en condiciones normales) no tenemos ni idea de prácticamente nada…
A mí “solo me importaban” esos temas.
La cuestión es que yo nunca he hecho deporte, y no porque estuviera contenta o satisfecha con mi cuerpo, lamentablemente las mujeres adoptamos complejos desde bien temprano. Hasta los 25, me he apuntado 100 veces al gimnasio y las 100 veces lo he abandonado porque no le veía el sentido y por lo tanto, no le dedicaba mi esfuerzo.
De los 25 a los 30 empecé a reconstruirme como persona. De lo más hondo a la superficie, si has leído mi libro, sabes de qué hablo.
Con 30 años y un poco de crecimiento personal, y por qué no decirlo “iluminación” a mis espaldas, empecé a comprender, cuestionarme, preocuparme y ocuparme de muchas de las cosas importantes de la vida.
Con este camino, ese dialogo interno que siempre me acompaña se intensificó, y tocó (y toca todavía) escucharlo para guiarlo.
Con 30 años hice un gran clic en mi cabeza, lo cuento también en mi libro, El pequeño libro del autocuidado, y ese clic me llevó a EMPEZAR a tomar consciencia de mí, de mis necesidades y de mis posibilidades.
Con 30 años empecé a retomar sueños, retos y a redescubrir qué me apasionaba, y también comencé a esforzarme en aquello que quería lograr, pero sin intenciones de abandonar.
Con 30 años empecé a tener más y más claridad (y sigue aclarándose el camino, y a eso me refería con la iluminación que antes citaba).
Con 30 años y los que siguieron, ahora tengo 37, empecé de forma constante y consciente (y al principio incrédula, no te voy a mentir…) a implementar hábitos a mi favor, como el deporte en casa, retomé la lectura (este año llevo ya 15 libros leídos, y el año pasado fueron 16) y otras tantos que también encuentras en El pequeño libro del autocuidado.
Creo que tengo una pequeña gran experiencia probada de cómo hacerlo, y quiero que de una vez por todas te pase a ti lo mismo.
Qué cojas esa vida soñada y empieces a traerlas cachito a cachito a tu vida real, y eso amiga, creo que se empieza con los hábitos.
En enero empezamos el plan Implementa un hábito, y es MARAVILLOSO poder acompañaros en este camino de lograr cosas.
Sólo necesitas mi libro y casi que nada más.
¿Te lo vas a perder?
Estoy deseando empezar el nuevo Plan Implanta un hábito, que empezamos el 11 de enero, JUNTAS.
Mis pautas, mis aciertos y mi plan para que no estés sola y abandones a la primera de cambio.
¿Te imaginas cómo sería lograrlo?
Hay dos opciones para acceder.
La primera es comprar ahora o regalar El pequeño libro del autocuidado.
Y la segunda, y como muchas me lo habéis preguntado, abro una nueva opción para acceder al Plan Implanta un hábito, donde os acompaño durante 21 días a crear y asentar ese hábito que tanto deseas.
Por 30 euros accedes a lo siguiente:
El plan Implanta un hábito.
+ 3 descargables (plan, habit tracker y guía de hábitos)
+ Acceso a grupo privado
Así que quedaría así:
Si tiene ya tienes El pequeño libro del autocuidado, puedes unirte al Plan 21 días de autocuidado que empezamos el 11 de enero.
Si quieres unirte al Plan implanta un hábito:
Compra mi libro de nuevo (y regálalo si te apetece)
Accede por 30 €, a través de Bizum.
Haz un bizum. Concepto tu nombre y escríbeme: 637377462.
Antes del 6 de enero.
Te enviaré el enlace por Whatsapp.
Recuerda enviarme un mail para añadirte a los planes: positivelittlesoul@gmail.com, o reenviar este mail a quien pueda regalarte este plan, da ideas!!! Son súper útiles.
Y antes de terminar, cuéntame,
¿Cuál es ese hábito por el que te gustaría empezar?